Flores…delicadas, equilibradas, llamativas o sutiles, siempre bellas.
En la cultura japonesa, la flor del cerezo （桜の花 sakura no hana) es uno de los símbolos más conocidos, siendo protagonista de un gran evento, el festival Hanami, reunión popular que celebra la aparición de estas flores.
Antiguamente, en la Era Nara (710 – 794) los japoneses hacían el Hanami de los Ciruelos (Umemi 梅見), pero después las flores del Sakura fueron ganando a las flores del Ume, y a partir de la Era Edo (1603 – 1868) se hizo “oficial” el Hanami de los Sakura.
Simbolizan la belleza de la naturaleza y lo efímero, ya que su flor sólo florece unos días. Representan a lo que nosotros conocemos como el «Carpe Diem».
Los dos sellos de la derecha están hechos en gres negro y esmaltados en un beige muy natural, receta de la casa. Los otros dos, a la izquierda, han sido modelados con más altura, con un gres muy especial, resultado de una mezcla con diferentes tipos, haciéndolos más únicos.
Como siempre, ergonómicos, dándoles forma uno a uno con mis propios dedos.
Enmarcadas en un ornamental cuadrado tenéis este quinteto de sellos florales, combinando algunos en gres negro y otros en gres blanco:
Con una medida más pequeña, en un gres claro y esmaltes en azules, estos sellitos florales esperan adornar bonitas obras de primavera.
Esta pequeña colección de Crisantemos, todos en gres rojo, color del otoño, esmaltados en un blanco roto.
Símbolo de riqueza, fidelidad y verdad, el crisantemo 菊 (kiku), es una flor que está asociada a la estación de otoño, debido a su resistencia y aguante hasta la llegada de las primeras heladas del invierno. Además, forma parte del escudo de armas del Emperador del Japón, siendo su Kamon o emblema familiar, la representación de dicha flor en color amarillo o dorado.
Como no iba a ser menos, el crisantemo también tiene su festividad en Japón, el 9 de septiembre, donde en algunos lugares del país se hacen demostraciones para disfrutar de su contemplación.
Más información en:
Espiral Cerámica 